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EL AZULEJO DEL DOCTOR ARIZA
ATENEO DE SEVILLA

Fig 1. Ateneo de Sevilla en calle Orfila 7

"El saloncito se llenó de ateneístas... Entre ellos estaba el médico Antonio Ariza Camacho, del que ya tenía noticias por sus iniciativas en favor de los pájaros y su amor a los niños. Era un hombre considerado de izquierda, republicano y andalucista... muy cerca de cumplir los 60 años, era el más sereno, el que decía la última palabra, y sus matizaciones eran acogidas con respeto, aunque no siempre fuesen compartidas por los contertulios. Desde el Frente Popular, el médico iba muy poco por el Ateneo y su presencia aquella noche había despertado animación..." [Not. 1]

Al iniciar el estudio de Antonio Ariza me encontré que apenas existía información y la que había a veces era imprecisa o errónea. La existente no se encontraba fácilmente como en otros personajes históricos mas relevantes y por ello satisface descubrir, tras bastante paciencia y dedicación, los datos que goteo a goteo van apareciendo. Con la anterior cita de nuevo nos topamos con Nicolás Salas y una de sus obras ganadora del Premio Ateneo de Novela 1986, donde se narran los últimos días del pintor sueco Torsten Jovinge durante el alzamiento militar de 1936 en España. Uno de los personajes que aparecen en esta novela histórica es Antonio Ariza Camacho, miembro del Ateneo de Sevilla, que tras trabar amistad con el pintor le sirve de guía por la ciudad en los momentos anteriores al estallido de la guerra civil, que acabó con la Segunda República Española y con sus vidas.

Notas:
01. SALAS Nicolás, Morir en Sevilla, Editorial Planeta, 1986, pág. 25.

Diosa Atenea y el Ateneo

Fig 2. Hesíodo, Homero, y la escultura de Atenea que preside el Salón de Actos del Ateneo de Sevilla

La palabra Ateneo proviene del latín Athenaeum y ésta del griego Athḗnaion que significa Templo de Atenea. Es el poeta Hesíodo con su Teogonía el que traslada a la escritura toda la mitología griega transmitida hasta entonces de forma oral. La descripción que hace Hesíodo de Atenea es: ...terrible, belicosa, conductora de ejércitos, invencible y augusta, a la que le encantan los tumultos, guerras y batallas [Not. 2]." Atendiendo a esto encontraremos totalmente desatinado el vínculo de la diosa con el propio Ateneo ya que éste se define en la RAE como "Asociación cultural, generalmente de tipo científico o literario", pero esta diosa, al igual que otras divinidades, disponía de otros dones o aptitudes, por ello también la describe Hesiodo como "...muy prudente" e incluso la iguala a su padre Zeus en "...sabia decisión". Su extraño nacimiento surgido de la cabeza del dios de dioses debería orientarnos sobre su sabia naturaleza [Not. 3].

Son los versos homéricos los encargados de realzar estos últimos dones anteponiendo la sensatez a la temeridad. En la Ilíada muestran a la diosa Atenea descendiendo del Olimpo para calmar la ira de Aquiles evitando que éste desenvainara la espada en contra de Agamenón [Not. 4]:

"Para apaciguar tu furia, si obedeces, he venido del cielo...
Ea, cesa la disputa y no desenvaines la espada con tu brazo.
Mas sí, injúrialo de palabra e indicale lo que sucederá.
Pues lo siguiente te voy a decir, y eso quedará cumplido:
un día te ofrecerá el triple de tantos espléndidos regalos
a causa de este ultraje: tú dominate y haznos caso."

Y es en la Odisea de Homero donde se ensalza las virtudes de la diosa como inspiradora de mentes y "...rica en consejos" [XVI, 282], pero es la misma Atenea la que nos saca de dudas con respecto a su relación con el intelecto cuando dirigiéndose a Ulises le indica su fama de inteligente e ingeniosa entre las restantes divinidades [Not. 5]:

"...¿Ni en tu patria siquiera
dejarás ese gusto de inventos y enaños que tienes
en el alma metido? Y ya baste, porque ambos sabemos
de artificios, que tú entre los hombres te llevas la palma
por tus tretas y argucias y yo entre los dioses famosa
soy por mente e ingenio..."

Notas:
02. HESÍODO, Teogonía, 924-926, Biblioteca Clásica Gredos.
03. Ibíd. 894-896 .
04. HOMERO, Ilíada, Biblioteca Clásica Gredos, 206-214.
05. HOMERO, Odisea, Biblioteca Clásica Gredos, 294-299.

Historia del Ateneo de Sevilla

Fig 3. Placa Conmemoración de la Fundación del Ateneo por Manuel Sales y Ferré

"Si la ciencia, en su progreso incesante, llega a descubrir verdades contrarias a las enseñanzas religiosas y filosóficas de la sociedad ¿qué ha de hacer el científico? ¿Callarse? Entonces falta a la ciencia. ¿Hablar? Entonces ofende a instituciones y a personas. Si habla peca, y más peca si calla." Manuel Sales y Ferré [Not. 6]

El primer Ateneo del que se tiene noticia es fundado en la década de los años 30 por el emperador romano Calígula en la ciudad de Lyon. Un siglo después y por orden del emperador Adriano se funda el Ateneo de Roma, cuya ubicación exacta se desconocía hasta que en el año 2008, y a raiz de unas obras del metro, se descubren a los pies del mismo Capitolio, centro religioso y político del antiguo imperio romano [Not. 7].

No es hasta 1835 cuando llega a España, fundándose en la ciudad de Madrid y definiéndose en sus estatutos como una sociedad exclusivamente científica, literaria y artística, cuyo propósito es aumentar el conocimiento por medio de la discusión, la lectura y la difusión a través de la imprenta y la enseñanza pública gratuita. [Not. 8]. En Andalucía es Cádiz, en 1855, la primera que funda su ateneo, siguiéndole Almería en 1873 y Córdoba en 1866. Y por fin llegamos a Sevilla donde parece ser que hay gran actividad cultural a finales del siglo XIX y primeras décadas del XX, ya que se fundan varios de estos centros en la ciudad de la gracia [Not. 9]:

  • 1873. Ateneo de la Clase Obrera
  • 1877. Ateneo Médico
  • 1879. Ateneo Hispalense
  • 1887. Ateneo y Sociedad de Excursiones
  • 1891. Ateneo Católico
  • 1915. Ateneo Médico-Escolar
  • 1922. Ateneo Popular
  • 1930. Ateneo Femenino

El Ateneo Hispalense fundado en 1879 elige como vicepresidente a un catalán llamado Manuel Sales y Ferré (1843-1910), profesor de historia afincado en Sevilla tras la Restauración, y que cobra gran prestigio a raíz de unas "batallas intelectuales" enfrentadas contra una institución asociada a la religión, La Academia Hispalense de Santo Tomás de Aquino, que intentaba una alianza entre razón, fe, ciencia y revelación, y que considerando la Geología y Paleontología contradictorias e inútiles, establecía la biblia como el medio idóneo capaz de resolver los enigmas de la antigüedad. Este enfrentamiento surge a raíz de cinco conferencias que en 1881 Manuel Salas y Ferré da en el Ateneo Hispalense y donde expone su pensamiento sobre la historia, las convicciones, la ciencia y la religión, entre otros temas. Desde la Revista Católica, órgano de expresión de La Academia de Santo Tomás de Aquino, se critica los pensamientos de Sales y Ferrer y éste, dedica una sexta conferencia a debatir estas objeciones y donde indica que "... bajo el punto de vista práctico nuestra doctrina conduce a la libertad, la de la Revista Católica, al fatalismo." [Not. 10]

Según había indicado el mismo Sales y Ferrer el objeto de dichas conferencias era el estudio de la "perfectibilidad humana", y entendiéndola como el desarrollo del ser humano, duda que éste siempre aconteciera ya que la ciencia estaba "cansada de admitir, solo por respeto a su antigüedad, ideas que luego han resultado falsas". Para Sales y Ferrer el conocimiento debe tener su base en la experiencia adquirida no por un individuo sino por la comunidad que lo integra, y que ésta debe haber alcanzado un nivel de cultura tal que esté a salvo de las valoraciones surgidas del misticismo o de los prejuicios.

"Sobre todas las enseñanzas que recibimos durante nuestra educación, cuando en la edad de la reflexión llega el momento de ponerlas a prueba, el gran enemigo a quien tenemos que vencer por lo común, para reconocer la verdad y abrazarla, no es la dificultad del asunto, ni la deficiencia ó imperfección de nuestra inteligencia, sino nuestra firmísima adhesión por el sentimiento a las doctrinas recibidas, agravada muchas veces por la pereza intelectual." [Not. 11]

Fig 2. Cartel de los Juegos Florales de 1914

La ruptura de Sales y Ferré con el Ateneo Hispalense, al cual ayudó a fundar, deriva de 1875, cuando el marqués Manuel Orovio, integrista católico y ministro de Fomento del gobierno conservador de Cánovas del Castillo instaura una norma, que dirigida a los Rectores de las Universidades, arrasa con el ideal krausista [Not. 12] ya que impedía enseñar cualquier cosa que fuera en contra de la doctrina católica.

"... cuando la mayoría y casi la totalidad de los españoles es católica y el Estado es católico, la enseñanza oficial debe obedecer a este principio, sujetándose a todas sus consecuencias.... Es, pues, preciso que vigile V. S. con el mayor cuidado para que en los establecimientos que dependen de su autoridad no se enseñe nada contrario al dogma católico ni a la sana moral, procurando que los Profesores se atengan estrictamente a la explicación de las asignaturas que les están confiadas... pero si desdichadamente V. S. tuviera noticia de que alguno no reconociera el régimen establecido o explicara contra él, proceda sin ningún género de consideración a la formación del expediente oportuno." [Not. 13]

En 1881, tras el accenso al poder del partido liberal de Sagasta y con Albareda al frente del Ministerio de Fomento, se deroga esta ley [Not. 14], que restituyendo a todos los profesores expulsados es muy bien vista por parte de algunos miembros del Ateneo Hispalense, y por ello se debate sobre felicitar al gobierno por su actuación, pero Sales y Ferré no está de acuerdo al considerar que el Centro no tenía que inmiscuirse en política. Federico de Castro, que dirigía la sección de Moral y Política del Centro, pensaba lo contrario y fue apoyado por la gran mayoría de los miembros.

"... toda persona, individual o jurídica, perteneciente a un Estado, es por naturaleza política en lo referente a los fines que se propone dentro de la nación, y en tal concepto todas las entidades se deben considerar políticas, sin dar a esta palabra la significación partidista o de mezquina actuación histórica en la vida gubernativa. Discurso de Federico de Castro" [Not. 15]

Fig 3. Excursión organizada por el Ateneo en agosto de 1917

En disconformidad, Sales y Ferré abandona el Ateneo Hispalense, arrastra con él a varios de sus miembros y continúan sus tertulias en el Café Suizo de la capital hispalense. Al mismo tiempo organiza unas excursiones con su alumnado universitario, que acaban fusionándose con las tertulias del café, originan la idea de crear un nuevo ateneo, y ésta se consolida cuando el 6 de diciembre de 1886 se elige la primera Junta Directiva del Ateneo de Excursionistas presidida por el mismo Salés y Ferre.

"Habíamos estado todo el día estudiando las tumbas romanas descubiertas en Carmona, dirigidos por nuestro sabio maestro Don Manuel Sales y Ferré... comprendimos el inmenso resultado que podíamos obtener de las excursiones, y entonces brotó la idea de fundar un Centro en donde reunirnos para prepararlas y comunicarnos los conocimientos en ellas adquiridos" Javier Sánchez Dalp.

El 6 de marzo de 1887 se inaugura el centro en la casa nº 32 de la calle Albareda, curiosidades del destino, ya que el nombre de la calle pertenecía al ministro que originó la ruptura con el anterior Ateneo. El nuevo centro pasa a denominarse Ateneo y Sociedad de Excursiones de Sevilla. En 1956 cambia su nombre por Excmo. Ateneo de Sevilla debido a la Cruz de Beneficiencia concedida por el Ministerio de Gobernación, y en el mismo año, el 14 de junio, con aprobación de la Dirección General de Política Interior pasa a llamarse Ateneo de Sevilla, nombre con el que hoy en día, año 2016, continúa. Su ubicación actual está en la calle Orfila nº 7. [Not. 16]

El objeto de este Ateneo es contribuir a la mejora moral y material del hombre y de la sociedad, mediante el cultivo y la propagación de la ciencia, la literatura, las artes y todo género de conocimientos útiles. También se propone recorrer el territorio de Andalucía y comarcas vecinas, para estudiar y dar a conocer sus monumentos y antigüedades, sus tradiciones, creencias y mitos; sus costumbres ceremonias y fiestas; su flora, su fauna y su gea. Reglamento del Ateneo y Sociedad de Excursiones, Art. 1º

Notas:
06. Manuel SALES y FERRÉ, El Hombre Primitivo y las Tradiciones Orientales, Imprenta del Mercantil Sevillano, 1881, pag. 228.
07. National Geographic España: El Ateneo de Adriano sale a la Luz
08. Estatutos del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, art. 1-4.
09. María de Pablo ROMERO, Historia del Ateneo de Sevilla 1887-1931, Gráficas del Sur, 1982, pág. 3
10. SALES y FERRÉ, Manuel. El Hombre Primitivo y las Tradiciones Orientales, Imprenta del Mercantil Sevillano, 1881, pag. 11.
11. Ibíd. Segunda Conferencia. Tradiciones, pág. 52-53.
12. Friedrich Krause (1781-1832) fue un filósofo alemán que defendió la libertad de cátedra académica, en la cual se permite ejercer la docencia con total libertad.
13. MANUEL DE OROVIO Y ECHAGÚE. Circular del Ministro de Fomento de 26 de febrero de 1875.
14. ALBAREDA. Real Orden de 3 de marzo de 1881, que deroga la de 26 de febrero de 1875 y restablece al profesorado restituido.
15. Mario Méndez BEJARANO, El Siglo de las Luces, Capítulo XVII, El Ateneo Hispalense
16. María PABLO-MORENO, Historia del Ateneo de Sevilla (1887-1934), Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos de Sevilla, 1982, págs. 42-47.

Ateneo de Sevilla y el Andalucismo

Ultima modificación de esta página el 26/04/16